Este credo de Yara González-Justiniano

Este credo de Yara González-Justiniano

Creo que el amor que surge de la cocina nutre a los demás con cuidado y compasión.

El amor entra por la cocina es un dicho popular español. El proceso de preparar una comida y compartir, crea lazos comunes que van más allá de lo transaccional. Es más que solo dar y recibir.

Yo era muy joven cuando perdí a mis dos abuelas pero cada vez que pienso en ellas me las imagino en la cocina. Recuerdo el olor y el sabor de sus comidas y la severidad de su mirada mientras cocinaban como si estuvieran volcando sus intenciones en la comida. Alimentando a otros donde sus lenguas de amor.

Suyas eran las casas por las que amigos y familiares pasaban sin avisar casi todos los días... y estaban listos. Siempre ganaban un poco más, por si viene alguien por ahí, por si aparecía alguien. Sus casas eran el eje de la tertulia, el centro de enlace y hasta la estación de chisme, pues las personas venían a contar sus propias historias o las de los demás y eran los custodios de esas relaciones y de las historias de vida de las personas. . Fue durante estas visitas que aprendí sobre la hospitalidad, el compartir, la verdadera parranda (cantos puertorriqueños) y cómo rezar el rosario.

Mi cocina de platos que hacía mi abuela

Una tarde mis padres y varios de sus amigos hicieron una pequeña parada con mi abuela. Se sorprendió, porque unas 10 personas aparecieron en su puerta y dijeron “¡ah! ¡No tengo nada que ofrecerte! ¡Deberías haber llamado!"

Incluso si llegabas sin la intención de comer, no había forma de irte con el estómago vacío. A quién engaño, aunque tuvieras la barriga llena estarías obligado a comer aunque sea un poquito (al menos un bocado). Ansiosa porque dijo que no tenía nada para servir, comenzó a sacar las sobras del refrigerador. Había dos tipos de arroz, 3 tipos diferentes de carne, arañitas, tostones, frijoles guisados ​​y budín de postre. Cuando todos terminaron de comer, había algo de comida sobrante de las sobras.

Mi cocina de platos que hacía mi abuela

¡Gracias a Dios que no tenía nada que darnos! No puedo imaginarme cuánta más comida habría habido si hubiera sabido que íbamos a venir.

Una vez muertas mis abuelas, no hubo nadie que hiciera de sus hogares ese lugar de agregación y parentesco donde siempre serías acogido y cuidado. Siempre quise construir ese lugar donde la gente pudiera presentarse y saber que se les esperaba porque siempre hay algo que ofrecer. Si me preguntas ahora qué quiero ser de mayor, tengo que decir que quiero ser la casa de mi abuela. ¿Dónde puedo derramar amor y alegría en la espera con la mayor seriedad? Donde cocinar es un ritual de nutrir a los demás de maneras que responden a más de una necesidad básica y muestran cuidado y compasión por si viene alguien por ahí (en caso de que alguien se presente), saben que son bienvenidos y esperados.

Esto creo.

¡Y el postre!

Esta pieza fue parte de la presentación de Yara, "El Amor Entra Por La Cocina", en el Centro para la Vida Espiritual y Religiosa, Universidad de Vanderbilt, el 11 de noviembre de 2021.

Índice
  1. biografía
    1. Como esto:

biografía

La Dra. Yara González-Justiniano es Profesora Asistente de Religión, Cultura y Psicología con énfasis en Estudios Latinos en la Universidad de Vanderbilt. Originaria de Puerto Rico, completó su doctorado en filosofía en teología práctica en la Escuela de Teología de la Universidad de Boston con especialización en iglesia y sociedad. Además, tiene una maestría en divinidad con concentración en comunidad y compromiso global, una licenciatura en comunicaciones, una especialización en idiomas modernos y una especialización en teatro.

Como esto:

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Categorías: Familia, Alimentación, General

Etiquetas: abuela, hospitalidad, familia, comida puertorriqueña, Yara González-Justiniano

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