Tener la confianza para poder burlarse de uno mismo es también una cualidad de la que muchos carecen. No todos aguantan las burlas de la misma manera, y que sea uno mismo el que las hace puede ser destructivo en algunos casos. Si lo que deseas es
cómo aprender a burlarse de uno mismo de manera sana, sigue estos valiosos consejos.
Tener sentido del humor es una cualidad de la que muchas personas carecen hoy en día. No se puede negar que ofender y ser ofendido es el pan de cada día en las redes sociales. Por lo que las críticas que recibamos tanto de otras personas como de nosotros mismos pueden ser difíciles de digerir.
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Sigue estos pasos para aprender a burlarte de ti mismo
No es sencillo burlarse de uno mismo, requiere una serie de aceptaciones internas que debemos hacer para que no nos afecte. La crítica constructiva y el humor sano son excelentes a la hora de mejorar como personas. Cuando nos hayamos aceptado como somos, y aprendamos a perdonarnos, el humor fluirá solo y podremos aprender a reírnos de nuestras desgracias.
Aprende a perdonarte a ti mismo
Tanto el humor propio como la crítica constructiva que nos hagamos solo podrán llegar cuando estemos en paz con nosotros mismos. Si somos personas inseguras, que dudamos de nuestras capacidades y creemos que nos pasan las peores desgracias, nos costará hacer humor de ello.
Aprender a querernos y aceptarnos como somos es un paso clave a la hora de mejorar nuestra confianza. Y solo cuando la confianza aflore, podremos reírnos de las pequeñas desgracias que nos ocurran sin hundirnos en un vaso de agua.
Por ejemplo, si tu cabello es enrulado o crespo y eso te disgusta, aprende a aceptarte y haz humor al respecto. Utiliza un disfraz de los 80’ en la próxima fiesta de disfraces y aprovecha el afro natural que tienes para hacer una caracterización. Si logras aceptar lo que tú consideras defectos, y le buscas la vuelta al asunto para darle humor, tu vida mejorará un montón.
Aumenta tu inteligencia egoísta
Usualmente la gente asocia el ser egoísta con ser mala persona, grosero y oportunista. Sin embargo, el pensamiento egoísta no siempre resulta negativo o debe ser visto de mala manera.
Esto es porque el pensamiento egoísta es aquel que un individuo tiene para buscar lo mejor para sí mismo.
Cuando una persona carece de pensamiento egoísta, por lo general tiende a no aceptar las bromas de la mejor manera. Ya que hieren su orgullo y se les hace muy difícil burlarse de la imagen que tienen de ellos mismos.
En cambio, al tener pensamiento egoísta, sabemos que somos personas incompletas que buscan un beneficio propio. Ese beneficio puede ser el obtener las risas nuestras o de nuestros amigos por hacer bromas sobre nosotros mismos. Haciéndonos sentir bien con nuestra persona por aceptar nuestros errores y disfrutar del humor propio.
Haz de ti tu propio cómplice
Cómo aprender a burlarse de uno mismo es una tarea que requiere que tú y tu yo interno estén en paz total. Pero no solo se requiere que estén en paz total, también es necesaria una pizca de complicidad. Como habrás notado, la clave de todo este asunto se basa en aceptarnos y querernos como somos. Por lo que ser crítico contigo necesita de la complicidad de ti mismo.
Cuando nos encontremos en una situación embarazosa, tu yo interno pensará que acaba de aparecer una oportunidad de hacer un chiste al respecto.
Ese es el tipo de complicidad que debemos buscar, el encontrar la manera de nosotros mismos buscarle la vuelta graciosa al asunto. Además, con este consejo aprenderás a valorar lo genial y lo gracioso que puedes ser.
Une lo que eres y lo que quieres ser
Ser parte o compartir los estándares de la sociedad resulta un quebradero de cabeza para muchos. No tener la estatura adecuada, ser de una nacionalidad distinta o hablar diferente por venir de otra región son inseguridades que todos tenemos.
Sin importar que, somos lo que somos y eso no lo podremos cambiar, a no ser que nos hagamos cirugía plástica.
Ese es el tipo de humor que debes buscar, el que tome tus inseguridades y los convierta en un chiste. Ser más bajo o más alto no te hace mejor persona que los demás, y burlarte de las personas de estatura diferente tampoco.
Sin embargo, cuando somos nosotros mismos los que hacemos humor sobre nuestras características la cosa cambia. No podemos dejar que las presiones de la sociedad alteren lo que somos y lo que queremos ser. Si somos pequeños así nos quedamos, no hay necesidad de camuflarlo estando de puntillas o usando tacones.
La clave se encuentra en trazarnos ideas claras para que nadie nunca nos tumbe de la nube en la que nos ponemos. Y a partir de ahí, hacer crítica constructiva sobre lo que somos y lo que podemos lograr. Cuando logremos esto, burlarnos de nosotros mismos será pan comido.
Práctica tu risa
La risa cura el alma, esa es una realidad que todos debemos aceptar a rajatabla. Por lo que es importante que sepas como reír, y disfrutes haciéndolo. Hay personas que sienten inseguridades debido a que no les gusta su propia risa. En estos casos podemos hacer dos cosas, o reírnos de nuestra risa y hacer humor sobre ella, o practicarla para cambiarla.
Cualquiera de las dos opciones que aceptes será muy importante a la hora de
cómo aprender a burlarse de uno mismo. Ya que si practicas tu risa, disfrutaras reír como nunca y aprovecharas para reírte de ti mismo también. Si tu risa es particular o no te gusta por algún motivo, puedes tomarla por el lado humorístico y burlarte de ti mismo.
La gente no valora la importancia que posee la risa en nuestra vida cotidiana. Para muchos, la risa es la mejor medicina para salir de una situación personal complicada. Por lo que debemos practicar nuestra risa para mejorar muchos ámbitos de nuestra vida personal, social y cotidiana.