El lenguaje corporal sigue siendo importante cuando trabajas en línea
Ya sea que seamos siempre conscientes de ello o no, el lenguaje corporal juega un papel vital en el habla cara a cara. De hecho, más de la mitad de nuestra comunicación efectiva ocurre a través del lenguaje corporal; esa gama de señales no verbales que cubre todo, desde las expresiones faciales y los gestos hasta la postura y el tono de voz. La reunión cara a cara se basa constantemente en estas señales y las interpretamos por instinto y mediante un análisis consciente para guiar la forma en que interactuamos, a menudo para ayudar a guiar la comunicación hacia nuestros objetivos. Pero casi un año de bloqueos, trabajo remoto y separación general ha desafiado estas normas, con la comunicación basada en video como un sustituto generalizado e imperfecto.
De hecho, la comunicación no verbal ha sido "transformada digitalmente" por la pandemia, ya que se ha pedido a la gente que se adapte a los matices necesarios para utilizar tecnologías basadas en vídeo. Y esto es importante: los canales de comunicación pueden haber cambiado, pero la importancia del lenguaje corporal no. La forma en que nos comportamos y la información no verbal que compartimos puede afectar la forma en que se nos percibe y la eficacia con la que podemos trabajar con los demás.
De hecho, muchas personas están luchando con la "fatiga" de los videos, una comprensible sensación de agotamiento causado por el volumen de videollamadas durante los últimos meses, sin cambios ni la posibilidad de reunirse en persona. Sin embargo, dado que muchas organizaciones pretenden hacer de las videoconferencias una parte permanente de su cultura de trabajo, es importante aprovechar al máximo estas reuniones en línea a corto o largo plazo.
Estar "en la habitación" cuando no estás
Dado que las videollamadas se están volviendo tan rutinarias tanto a nivel profesional como personal, es comprensible que muchas personas se estén desconectando de la etiqueta conductual y comunicativa que es tan automática en un contexto cara a cara. Sin embargo, existen varios métodos que todos podemos utilizar para asegurarnos de que a) nos sentimos cómodos en el entorno en línea yb) podemos asegurarnos de que el lenguaje corporal siga siendo una parte eficaz de nuestros esfuerzos de comunicación total.
Es importante minimizar las señales del lenguaje corporal que podrían estar enviando un mensaje incorrecto, especialmente si pueden estar transmitiendo aburrimiento, cinismo, enojo o cualquier nivel de desconexión, incluso si estamos haciendo un esfuerzo consciente para presentar la imagen correcta. Por ejemplo, los brazos cruzados pueden sugerir estar a la defensiva o irritación, mientras que asistir a una reunión relajado en el sofá puede ser percibido como poco profesional, de ahí la atención que muchas personas prestan a sus antecedentes, incluso a los libros que se ven detrás de ellos.
Es importante prestar atención a factores como mantener una postura correcta.
Por lo tanto, para influir u optimizar la forma en que se nos percibe desde el momento en que comienza una llamada, es importante prestar atención a factores como mantener una postura correcta y, cuando sea posible, utilizar el asiento adecuado para ayudar a presentar una buena impresión visual. mas saludable.
Con la postura de la parte superior del cuerpo y las expresiones faciales visibles durante cada llamada, puede ser vital demostrar una respuesta neutral a gran parte de lo que sucede en las reuniones. Por ejemplo, volver a aprender de la pantalla puede indicar una falta de participación en el proceso. Del mismo modo, sacudir la cara, negar con la cabeza o poner los ojos en blanco transmitirá información importante sobre nuestros sentimientos a los demás. Estos pueden ser difíciles de ocultar, ya que no estamos físicamente en la misma habitación que los demás, y especialmente si la llamada requiere que usted mire la información y no los participantes de la reunión. El desafío es que cualquiera de estas señales puede potencialmente alimentar malentendidos y malentendidos, incluso si no es lo último en nuestros pensamientos conscientes.
Para contrarrestar esto, recuerda asentir de vez en cuando, sonreír e inclinarte hacia adelante, y si no, adoptar una imagen neutra e impasible para evitar malentendidos, especialmente en esos momentos en los que no participamos activamente.
Los ojos lo tienen
El contacto visual juega un papel vital en la comunicación no verbal y es difícil de replicar en una cámara web. Para cerrar la brecha, mantenga su enfoque en la cámara cuando hable o dé una presentación, no en las imágenes de otros asistentes. Y cuando escuche, tenga cuidado de no distraerse con cosas como la imagen en miniatura, ya que esto puede ofrecer una indicación muy clara de distracción. En su lugar, intente centrarse en el feed de la persona que está hablando para ofrecer un equivalente digital de que está haciendo contacto visual e interesado en lo que tiene que decir.
Sacudir demasiado las manos y los brazos puede distraer
Dada la relativa falta de espacio disponible para realizar gestos en la pantalla, la regla general para las videollamadas es: menos es más. Si bien los movimientos sutiles de las manos pueden ayudar a mostrar entusiasmo o ayudar a las personas a concentrarse en un punto en particular, demasiado temblor de manos y brazos puede distraer. Y mientras escucha a los demás, es importante tratar de permanecer relativamente quieto, especialmente porque aquellos gestos que suelen ser instintivos, como revolverse el pelo, pueden indicar que alguien está aburrido o sin entusiasmo.
Puede ser muy tentador considerar las videollamadas como una oportunidad para realizar múltiples tareas. De hecho, puede ser bastante práctico hacer con éxito más de una cosa al mismo tiempo, porque hay ocasiones en las que lo que se discute simplemente no es relevante para todos. El problema es que puede ser obvio cuando un participante de la llamada está haciendo otra cosa por completo, y es importante ser lo suficientemente consciente para considerar si esa es una impresión que queremos causar. Adoptar un enfoque disciplinado con distracciones mínimas puede ayudar a mantener el enfoque en la reunión, en nuestros colegas y en la gestión de cómo se nos percibe.
Abordar las videollamadas con un plan que incluya una evaluación honesta de nuestro enfoque y cómo podríamos reunirnos es una oportunidad para el desarrollo personal. La razón es simple: para muchos de nosotros, la transformación digital del lenguaje corporal seguirá siendo una característica de la cultura laboral a partir de ahora, incluso cuando las oficinas comiencen a reabrirse. El desarrollo de estas habilidades no solo permitirá que las reuniones funcionen de manera más eficaz, sino que también ayudará a respaldar el profesionalismo personal a largo plazo.
Agata Nowakowska es la vicepresidenta de área de Skillsoft para EMEA
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