La antropología del lugar de trabajo nos ayudará a dar sentido al presente y a anticiparnos al futuro.
Han pasado solo nueve meses desde el inicio de la pandemia Covid-19, después de una larga primavera y un duro verano. El distanciamiento social ha propiciado la expansión del trabajo a distancia, lo que genera dudas sobre la relevancia a largo plazo de la oficina. Sin embargo, Jones Lang LaSalle (JLL) sostiene en un informe reciente que el dominio de la oficina tradicional se expandirá, con nuevas funciones que incluyen el fomento de la colaboración, el fomento de la cultura corporativa y el fomento de la experiencia humana. Del mismo modo, los expertos caracterizan cada vez más el lugar de trabajo como un ecosistema híbrido que combina elementos virtuales y físicos con campus dispersos geográficamente.
En respuesta, las empresas necesitan rediseñar el lugar de trabajo para sus empleados. Abordan numerosas tareas, desde la creación de espacios para la colaboración, la integración de tecnología para respaldar las demandas de la fuerza laboral dispersa y el mantenimiento de la cultura corporativa en equipos remotos y físicos. Las empresas requieren un conocimiento profundo de cómo los empleados trabajan, colaboran y coproducen la cultura corporativa para lograr estos objetivos.
Sin embargo, las empresas no pueden permitirse el lujo de centrarse en las realidades actuales. En cambio, deben aprovechar las oportunidades que ofrece la pandemia para reinventar su forma de trabajar.
Cultura emergente
Los antropólogos proporcionan herramientas sólidas para navegar por el futuro del lugar de trabajo e identificar vías de innovación. Ven la cultura como un conjunto compartido de conceptos y prácticas que los grupos reproducen a través de interacciones sociales. A medida que las personas y sus acciones crean cultura, es contextual y varía de un lugar a otro. En consecuencia, los antropólogos descubren cómo se desarrollan las formas de cultura dentro de los espacios sociales, descubriendo así nuevos conceptos y prácticas que pueden afianzarse en el tiempo.
Para explorar cómo surge la cultura, los antropólogos utilizan métodos de investigación etnográficos. Estas herramientas incluyen técnicas cualitativas como la observación participante y entrevistas junto con encuestas y otras herramientas cuantitativas en marcos de métodos mixtos. Sus métodos permiten a los antropólogos sumergirse en los entornos, observar patrones de comportamiento y sondear las perspectivas de los encuestados. Al centrarse no solo en lo que la gente dice y hace, sino también en el significado de sus palabras y acciones, los antropólogos sacan a la luz las estructuras cambiantes que conforman la cultura y encuentran nuevas tendencias.
Lugar de trabajo futuro
Para el lugar de trabajo, la perspectiva y los métodos centrados en la cultura de los antropólogos significan que no producen ideas que sean válidas solo para el presente. En cambio, construyen ventanas en futuros lugares de trabajo.
Sin embargo, si bien los equipos estratégicos utilizan regularmente datos cualitativos y cuantitativos, el enfoque a menudo permanece en el lugar de trabajo presente más que en el futuro. Un estudio antropológico podría destacar las soluciones alternativas que utilizan los trabajadores cuando las salas de reuniones carecen de la funcionalidad que necesitan a medida que exploran cómo se utilizan las salas y consideran cómo los trabajadores ven la colaboración. Al profundizar en soluciones alternativas y conceptos colaborativos, los antropólogos exploran usos emergentes del medio ambiente y formas de cultura que representan tendencias potenciales en el comportamiento en el lugar de trabajo. Como "atajos" informales, estos modelos representan cómo se puede utilizar el lugar de trabajo en el futuro y son las principales vías de innovación.
Como parte de equipos estratégicos, los antropólogos descubren caminos para co-crear lugares de trabajo. Aprovechar estas oportunidades producirá transformaciones duraderas que navegan hacia el futuro.
Esto también aparece en el último número de IN Magazine. El autor explora el tema en una nueva columna importante de la revista Work & Place.
Imagen principal: Una escultura de arcilla cocida encontrada en una tumba de 7.000 años de antigüedad en la necrópolis Hamangia de Cernavod en Rumania. Apodado "El Pensador", ahora es una exhibición en el Museo Nacional de Historia de Bucarest.
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