
El oro blanco es un metal que habitualmente puede confundirse con la plata, ya que su apariencia estética es similar. No obstante sus características son notablemente diferentes. De todas formas, si tienes dudas y quieres saber
cómo reconocer el oro blanco, a continuación te mostraremos esos aspectos que son clave para poder conseguir diferenciarlos.
Ambos metales tienen una tonalidad y un color similar, lo que hace que a simple vista puedan ser confundidos con una gran facilidad, pero sí se diferencian en la composición, ya que mientras que las joyas de plata se componen de plata y cobre, en el caso de aquellas que son de oro blanco están compuestas por oro y algún tipo de metal blanco como el paladio, el platino o el níquel.

Al pasar el tiempo
la plata tiende a oscurecerse hasta el punto de volverse gris e incluso negra, mientras que el oro, por su parte, ni pierde brillo ni se oscurece. En el caso de la plata se debe tener en cuenta que hay determinados productos específicos que hacen que en pocos minutos pueda lucir la plata de nuevo como si fuese nueva.
El oro blanco es una combinación de oro amarillo con otros metales que crea una aleación con más dureza y más blanca, aunque aun mezclándose con metales como el zinc, el paladio, el níquel, el cobre o la playa, sigue conservando cierto tono amarillento, por lo que se le cubre con una fina capa de rodio para que la pieza pueda tener ese brillo característico.
Cómo saber si se trata de oro blanco o plata
Si quieres saber
cómo reconocer el oro blanco y no caer en el error de pensar que se trata de plata debes prestar atención a diferentes aspectos de los que vamos a hablar con detalle a continuación:
Brillo
El primer aspecto en el que te debes fijar si tienes dudas de si se trata de oro blanco o plata es prestar atención al
brillo de las joyas, ya que en el caso del oro blanco tiene mucho más brillo que la plata, por lo que debería ser fácil diferenciar entre ambos metales.
Marcas
Es habitual que en el caso de las joyas en la propia joya haya una marca que indique su calidad, que diferencia con un número aquellas joyas que son de oro de las que son de plata. En el caso del oro se informa de su calidad en función de los quilates de la misma, mientras que en el caso de la plata indicará la marca 925, que es la plata de ley.
Precio
Otro indicativo para
diferenciar el oro blanco es tener en cuenta su precio, ya que el oro es considerado un mejor material que la playa, por lo que el oro blanco lo encontrarás en el mercado a un precio superior a aquellas que están fabricadas en plata, si bien el precio final del producto también puede depender de otros aspectos como si la joya en cuestión incluye algún tipo de piedra preciosa u otros elementos.
Mantenimiento
Este es un aspecto que no se puede comprobar cuando se va a realizar una compra, pero se debe tener en cuenta que
el mantenimiento del oro blanco es muy diferente al de la plata. Mientras que el primero no pierde brillo ni necesita un mantenimiento específico, la plata si quiere de ello.
Hacer un truco con una hoja de papel
Si quieres saber de una forma rápida si una joya es de oro blanco o es de plata, puedes realizar un truco muy sencillo, para el cual tan solo necesitas contar con una hoja de papel blanco. Sobre esta hoja debes pasar la joya y verás si deja o no deja marca. Si deja una marca negra o gris se trata de plata y si no deja ninguna marca es que es oro blanco. Esta es una buena forma de saber
cómo reconocer el oro blanco, ya que apenas nos llevará unos segundos comprobarlo.
Prueba de quilates de oro blanco
Para comprobar
la pureza del oro blanco se puede llevar a cabo una prueba con ácido nítrico, para lo cual será necesario adquirir un kit para prueba de oro. Estos kits traen botellas con ácido nítrico y las etiquetas muestran la pureza del oro que con cada solución puede ser identificada.
Para llevar a cabo esta prueba tienes que rayas las piezas de oro blanco en una superficie que es de losa y que también viene incluida en el kit de prueba de oro.
Al rascarlo debe dejar una marca de oro que sea visible.
Una vez hecho lo anterior debes verter un poco del contenido de la botella que corresponda al número menor de quilates del kit de prueba en donde la pieza tiene la marca de oro y debes observar si ocurre algún tipo de reacción.
En el caso de que los quilates sean inferiores a los que marca la botella el rastro de oro se disolverá y perderá su color, mientras que si la marca pasa a cambiar de color de forma ligera pero no desaparece quiere decir que los quilates coinciden entre la pieza y los marcados por la botella de prueba. En el caso de que la marca permanezca pero no hay ningún cambio es que
la pureza del oro de la pieza es superior al de la etiqueta de la botella, por lo que en ese caso debes probar con otra de las botellas del kit pero que indique un número de quilates superior.
Es importante seguir las instrucciones en todo este tipo de kits para probar oro para así no cometer errores a la hora de determinar el grado de pureza de los mismos. Otra opción es acudir a un joyero con experiencia para que compruebe si se trata de
oro blanco y qué grado de pureza tiene, aunque es probable que el joyero haga uso del mismo proceso que aquí te hemos detallado por si quieres hacerlo en tu propia casa con un kit de prueba de oro.