Una frase muy famosa dice, “No hay rosas sin espinas”. Nunca mejor dicho, ya que para poder mantener bonitos y sanos nuestros rosales, deberemos lidiar con las filosas espinas. Por lo que si quieres aprender cómo
podar rosales de la forma correcta, para evitar pinchazos. Y además, embellecer nuestra planta, sigue leyendo este artículo de jardinería.
Los rosales son las plantas encargadas de brotar los bulbos de las preciosas Rosas. Este tipo de planta es categorizada como un arbusto espinoso, ya que entre sus ramas brotan también filosas espinas. Estas espinas también están presentes en el tallo de las flores. Siendo este su medio de defensa ante animales o insectos.
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¿Qué son los rosales?
Los rosales son un tipo de arbusto espinoso muy común en muchas partes del mundo. Ya que, debido a la capacidad que tiene de crecer y florecer en casi cualquier parte del mundo. Se ha convertido en una de las plantas florales más comunes de todo el mundo. Esto aunado a la enorme fama que poseen sus flores, relacionadas en gran medida con el amor.
La clave del éxito en la propagación de esta especie de planta, es que existen muchísimas variaciones de esta. Llegando a tener presentaciones tan ridículamente pequeñas como algunas que llegan a superar los 2 metros de alto. Saber identificar qué tipo de arbusto rosal es el que tenemos nos ayudara a saber cómo
podar rosales.
Tipos de Rosales
Como es común, las plantas tienen un montón de variaciones genéticas. Por lo que encasillar a las rosas dentro de una sola especie resulta complicado. Estas plantas forman parte de la familia de las rosáceas, y existen un montón de variaciones para que podamos escoger. Si deseas aprender sobre los tipos de rosales, sigue leyendo este apartado.
Rosales Floribunda
Este tipo de rosal es uno de los más comunes en todos los jardines de cualquier amante de la jardinería. Ya que, debido a su cómodo y manejable tamaño, resulta fácil de mantener y podar para embellecerla. Sin embargo, la verdadera fama que posee esta especie, se da a partir de la presentación de las flores.
Cuando este rosal florece, podemos ver las rosas en presentaciones muy agrupadas. Formando racimos de preciosas rosas de colores muy vivos y espectaculares. No existe una manera de determinar a ciencia ciertas cuantas flores podemos encontrar en un racimo. Pero se estima que este número puede rondar entre 10 y 20 flores.
Rosales miniatura
Para aquellas personas que adoren las miniaturas,
este tipo de rosal les viene como anillo al dedo. Su diminuto tamaño la vuelven una de las variaciones más comunes para los principiantes en la jardinería. Ya que, su tamaño de entre 30 y 40 centímetros, permiten que se pueda plantar en un macetero.
Este tipo de rosal tiene un mantenimiento muy básico y fácil, que principalmente consiste en recortar las hojas secas y ramas solitarias. Por lo general, este tipo de rosal puede darnos de 5 a 10 preciosas florecillas. Si quieres empezar en el mundo de la jardinería, esta planta es para ti. Ya que podrás practicar con ella el mantenimiento más básico de una planta.
Rosales Grandiflora
Este tipo de rosal es uno de los más grandes que podemos encontrar en el mercado. Ya que puede llegar a alcanzar alturas que superan el metro y medio. Las flores no son especialmente grandes, pero si son abundantes y el desarrollo de la planta tiende a ser muy rápido. Por lo que este tipo de planta tiene un mantenimiento un poco más complejo.
Este
tipo de rosal presenta unas flores con tonalidades fuertes y por lo general, tienden a ser muy duraderas. Por lo que, si queremos embellecer nuestro jardín, podemos considerar plantar esta variación de rosal.
Rosales híbridos de té
Este tipo de rosal es el más famoso de todos, es aquel que está presente en la gran mayoría de jardines en todo el mundo. Los híbridos de té son las variaciones de rosales más comunes, su popularidad se da por la belleza de sus flores. Esta variación posee un tamaño bastante manejable y cómodo, ya que puede presentarse en tamaños de 50 cm a un metro.
Las flores que brotan de los híbridos de té son bastante grandes, tienen colores muy variados y por lo general se presentan solitarias. Además, este tipo de planta tiende a florecer varias veces durante el año. Por lo que siempre contaremos un precioso rosal repleto de flores.
Rosales arbustivos
Si eres un fanático de las rosas a niveles exagerados, esta variación de rosal es para ti. Los rosales arbustivos son la variación más grande rosal que podemos encontrar. Ya que este puede presentarse en tamaños de hasta dos metros y medio. La presentación de sus flores es muy variable, pero son bastante constantes y preciosas.
Por lo general, esta es la variación de rosal que podemos encontrar en jardines botánicos o de forma silvestre. Estas se utilizan bastante a la hora de decorar paredes o cerrar un área con matorrales. Debido a su enorme tamaño y a la protección que las espinas proporcionan.
¿Cómo podar rosales?
El objetivo final de toda poda de rosales, es darle forma a nuestra planta. Una vez hayamos identificado el tipo de rosal, podemos empezar a podar. Si nuestro rosal es Floribunda, debemos asegurarnos de cortar aquellos brotes envejecidos o enfermos. Es importante que cortemos desde la base para mantener la planta sana y fuerte.
Si tenemos una variación tipo hibrido de té, debemos podar los brotes débiles y dejar aquellos que sean más fuertes. Lo más importante de todo, es dejar un mínimo de 5 o 6 yemas para que la planta crezca sana y fuerte. Si tenemos un rosal arbustivo, el proceso de poda es el mismo que en los casos anteriores, pero sin cortar tantos brotes.
Al fin y al cabo, el objetivo de la poda siempre es embellecer nuestra planta. Por lo que darle una forma elegante es una de las claves a la hora de saber cómo
podar rosales.